No sé si os acordaréis de mí; soy Laura, la amiga de Rocío, más conocida como la Guaxa. Sí, sí, esa Laura, la de los retos.
¿Y qué hago yo en las Highlands?, os preguntaréis. Pues he venido a la boda de Rocío, que después de cinco años por fin le va a dar el sí quiero al laird.
Esa, al menos, es la respuesta oficial.
La verdad es muy diferente, porque no; no he venido solo a la boda; tengo toda la intención de quedarme.
Sé que ha sido una decisión muy drástica y para nada premeditada, que han sido las circunstancias las que me han empujado a ello, pero una vez la bomba estalló, entendí que había perdido los mejores años de mi juventud, que tenía que tomar las riendas de mi vida, aunque para ello tuviera que partir de cero.
Por suerte cuento con Rocío y su ayuda incondicional y sé que saldré adelante.
Con lo que no contaba era con toparme con él, un patán insufrible y metomentodo.
Un patán que se empeña en sacarme de mis casillas.
Y que se come todas mis croquetas.
Y que consigue que se me acelere el pulso.
Soy consciente de que es lo que menos necesito ahora, que en este momento debo centrar mis esfuerzos en encauzar mi vida, que no debo escuchar a mi corazón.
El problema es que este grita. Grita mucho.
A ver cómo salgo de esta…
Estamos ante una obra de corte romántico contemporáneo que tiene como elemento especial: jaaaa mejor no lo menciono... ¡Vale, lo haré! Tiene HIGHLANDERS, hombres con kilts, de esos que enamoran con su ceño fruncido o ese corazón entregado.... ayssss.
Admito que este tipo de historias se me van de las manos, porque además, siendo franca, creo que el
Laura es la mejor amiga de Rocio (protagonista del primero libro y casi hada madrina de esta historia). La realidad es que aunque tiene mucho que leí el primero libro, recuerdo que esta chica era aguerrida, así que cuando he comenzado a conocerla de verdad me ha dejado el corazón encogido. Es de esas chicas que entrega tanto el corazón, que es capaz de sacrificarse por culpa, por deber. De esas personas que se olvida de ella misma y que cuando despierta necesita recuperarse. No es un personaje fácil, de hecho duele leerla, porque se entiende lo que ella sufre, su necesidad de encontrarse, cuando quizá ni siquiera sabe lo que busca, aunque sabe donde comenzar esa búsqueda y nada menos que en las Highlandas.
Rob, ay mi madre, este hombre desde que aparece ya nos enamora. Lo genial de todo esto es que este hombre ya lo conocemos también desde el otro libro y ya nos tenía fascinadas a las que lo habíamos leído, pero si no, no pasa nada. Rob, roba el aliento. Es un personaje que habla sin tapujos, que se entrega por completo sin medidas ni reparos aunque sabe que lo puede perder todo. Es astuto,
Ahora bien vamos a hablar un poco de lo que hay alrededor. Lo primero es que tenemos una boda entre manos, lo segundo es que tenemos highlanders que de verdad van a llamar nuestra atención, lo mismo personajes femeninos que tienen su propia fuerza. A esto le vamos a meter a un laird que está en todo, una amistad fuerte y personajes que se vuelven entrañables de retomarlos o conocerlos.
La realidad es que ANDA Y QUE TE DEN HIGHLANDER, que aunque tiene una portada divertida y es divertido y fresco tiene mucho más que eso. Vamos a tener un amor que aguarda, dos personajes rotos, la paciencia del que sabe esperar y un camino para reencontrarse a sí misma, mientras la vida premia de una forma maravillosa a aquel que ha dado tanto. En resumen para mi, esta obra es todo corazón, nos logra conquistar y hacer desear que pronto tengamos la tercera parte, mientras miramos nuestra estantería y nos damos cuenta que seguramente caerán estas dos primeras partes. Yo solo puedo decir que he llorado y sentido cada página y ha sido un sí rotundo para mi.
Laura Nuño me alegró con su regreso, pero sobre todo, con el regreso de estos personajes entrañables que ya os digo que llegan a conquistar. ¡Feliz lectura!
