Un libro divertido, lleno de situaciones cómicas, pero también de mucha ternura, que no podrás dejar de leer.
Escrito por la polifacética autora de las exitosas novelas Miscelánea y ¿Solo amigos?
Cuando Leticia era una adolescente estaba enamorada de Oliver, el hermano de su mejor amiga. Para su enorme tristeza, tuvo que marcharse con su familia a otra ciudad, pero antes de despedirse prometió que cuando volviera sería una mujer guapa y segura de sí misma y que se casaría con él. Ya no sería más esa niña fea y torpe a la que en el colegio llamaban la Serpiente peluda.
Siete años después, Leticia vuelve convertida en una chica preciosa, aunque sigue siendo un tanto torpe... y el primer encuentro con el chico de sus sueños no puede ser más desastroso.
Oliver, es un hombre hosco, gruñón y un soltero empedernido reacio al compromiso. Sin embargo, se ve atrapado por el encanto de Leticia y su empeño en conquistarle, debatiéndose entre la obligación de sacarla de los muchos líos en los que se mete y lo que, en contra de sus deseos, poco a poco empieza a sentir por ella.
Hay autoras que es una gozada tener por aquí. Que son de verdad reincidentes, porque me tienen conquistada por sus obras y acudir a ellas, para mi, siempre es una apuesta
segura.
Ana Álvarez, una sevillana de talento maravilloso, entre sus primeras obras publicadas con Selecta, sacó hace un montón de años una obra cuyo título me había llamado la atención, que tenía aguardando en mi estantería, y no sé la razón de que no haya caído en mis garritas para leerse ya mismo LA SERPIENTE PELUDA.
Estamos hablando ante un libro de género romántico contemporáneo, autoconclusio con
un narrador que todo lo sabe.
Para mi, conocer a Leticia ha sido una franca gozada. Nunca, jamás he conocido a una mujer de fe. De fe por sí misa. Ella desde siempre ha tenido muy claras las cosas. Cada declaración que ha hecho, la hace totalmente en serio y tiene la paciencia de no parar hasta conseguir las cosas. Torpe, muy torpe y aquí cabe aclarar que me sentí muy en sintonía con ella porque su torpeza es comparable con la mía y estamos hablando de que yo ya estoy en la liga profesional. Así que cada cosa que le ocurre, me lo creo totalmente. Por otra lado, su tenacidad está a la par con su buen corazón, sus valores arraigados y por sobre todo su maravillosa forma de amar y de disculpar a los que ama, sin estar ciega pero si teniéndoles fe totalmente.
Oliver por su parte, es un gruñón de primera. Aunque debo decir que el tipo se gana mi perdón en muchas ocasiones, al ser epicentro de recepción de pequeños accidentes. Y aunque a pesar de lo gruñón que es, no cabe duda que tiene un gran corazón. Acepto además que el pobre que también siempre ha tenido un plan para toda la vida, uno que le
ha gustado y bastante, romper con él una vez que se fija en ciertas cosas lo hace muy divertido, sobre todo con una rendición tan peculiar.
Hablemos de parte del elenco que acompaña a esta pareja. Por un lado tenemos a la mejor amiga de Leticia, otra chica que se pasa de paciente. Y al mejor amigo de Oli que se ve venir muchas cosas A pesar de que no necesitamos mucho más, por ahí aparece algún otro que solo son parte de un apoyo divertido para lo que se nos viene preparando.
Si debo hablar de un argumento, primero quiero destacar lo que sería el descubrir a que
se refieren con LA SERPIENTE PELUDA, y la gran importancia y relevancia que tiene Ahora bien, si hay otra cosa que destaca subrayada y en fosforito es precisamente, como lo he dicho antes, la gran fe que tiene en sí misma la protagonista y su corazón. Las armas femeninas no sirven cuando la torpeza y la naturaleza sencilla se hacen con el control de una decisión clara en una conquista abierta para ganar una batalla y solo te digo una cosa. Lo divertida que he estado, lo bien que lo he pasado hasta que me di cuenta que en menos de veinticuatro horas había dado mate a una obra que me dejó con una sonrisa en los labios y sabiendo que este libro volverá a caer sí o sí en más adelante.
Ana Álvarez, es una de esas plumas representativas de romance contemporáneo español. La ternura de sus personajes, de sus propuestas divertidas y sensitivas hacen que uno disfrute con obras campechanas, cercanas y frescas lo que para mi ya es una ganancia y me hace querer descubrir más de esta pluma ¡Feliz lectura!