• De la autora New Adult más leída en nuestro país.
• Alice Kellen nos sorprende de nuevo con una gran historia de segundas oportunidades y destinos que se cruzan.
• Un romance que fundirá hasta el corazón más helado.
Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan. Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad.
Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja.
¡Buenas noches Loc@s del Romance! Me urge un achuchón de esos que vosotros sabéis darme, porque, tengo tantas emociones, tantas cosas bellas, que me siento vulnerable y expuesta, sencillamente enamorada y ligera.
Si, os traigo una bella lectura, que desde el inicio me conquistó y aún tengo sentimientos despiertos, después de haber leído ese punto final. La culpable de todo esto es Alica Kellen y su obra: EL DÍA QUE DEJÓ DE NEVAR EL ALASKA.
Vamos a partir desde una base. Tenemos una novela New Adult, contemporánea que tiene un gran mensaje en su interior. No estamos ante una novela cualquiera, para mi gusto esta obra habla de superación en todos sus ámbitos, de perdón hacia uno mismo que es imposible que nos deje impasibles ante ella.
Tenemos personajes rotos, maravillosos, únicos e irrepetibles. Se que suena a tontería o podrían ponerme los ojos en blanco, pero os juro que está obra tienen tantos y tantos momentos de magia y sabiduría, que cada uno de esos seres que habitan en el libro, guardan una sorpresa para el lector desde el
momento uno.Con Heather mi sensación era de descubrirme vulnerable, como ella se sentía. Quise achucharla, curarla pero la fue adorando conforme avanzaba la historia, y cuando ha llegado el momento de verla volar, es que me salían las lagrimas, no podía parar, porque no necesitaba seguir a nadie, quería hacer su vida para ella, por ella y amando no solo a una persona, sino a un millar. Su lealtad, su fidelidad, su fuerza y su desarrollo me desarmaron de tal manera que la he amado, lo digo en serio, aun ahora estoy emocionada por la magnifica evolución.
Nilak es otro personaje roto, uno que guarda tanto dolor dentro, que no hay
manera ni de entrar en él. Cuando se le ve cambiar, y conoces su historia, es que simplemente de desgarra, porque conoces la luz y la oscuridad, sus gamas como una aurora boreal, amando tal cual es y eso.. ahhh.. eso es magnífico.Otro personaje que he amado es Jhon. Ay Dios, este hombre mayor me tenía enamorada desde su aparición. Pero cuando se descubre quien es, que cuenta su historia, es que no podía parar de llorar, aún ahora sigo teniendo un nudo
en la garganta al pensar en el dolor que sentía, en todo lo que significaba para él mirar atrás. Y aquí añado a un personaje que no necesitaba hablar para amarlo a manos llenas: Caos. Este perro que se entrega a todos, que hace reír, llorar y ayuda a superar cada dura etapa, él es que se lleva el libro, pues une las piezas del puzzle, El día que dejo de nevar en Alaska, es sin duda una obra totalmente recomendable. Que encierra tanto amor, tantas lecciones de vida, que yo diría que es de esos libros de mesita de noche, de los que podemos releer una y otra vez.
Alice Kellen con esta obra (ya con 27 otoños antes de ti me había ganado) se ha quedado para siempre en mi corazón, pues su pluma es sencillamente maravillosa, dejándome con más ganas de ella. ¡Feliz lectura!