Érase una vez en el Reino de la Rosa
Escarlata y el Reino del Piélago.
Una rosa. Un cetro.
Un palacio. Un océano
Una maldición. Un castigo.
Un sólo destino
¿Y si la sirena hubiera nadado al castillo de la bestia?
Escarlata y el Reino del Piélago.
Una rosa. Un cetro.
Un palacio. Un océano
Una maldición. Un castigo.
Un sólo destino
¿Y si la sirena hubiera nadado al castillo de la bestia?
Muy buenas noches mis adorad@s Loc@s del Romance. ¿Qué tal estáis? En el caso de mis celadores se encuentran un poco nerviosos y agotados, al parecer la idea de leer cuentos clásicos o representarlos los asusta más que dejarme suelta o fuera de mi celda, cosa que nunca, jamás voy a
permitir, pues me encanta mi rincón y que sean participativos conmigo, aunque sea en partidas de caza, a ver cual es el valiente que acierta el dardo tranquilizador. Lo cierto es que el día de hoy, me siento muy contenta con lo que os traigo, si hay algo que me gusta son los cuentos, crecimos con ellos, y cuando se trata de versiones amoldadas a un publico más juvenil, jugando con los clásicos para traer algo novedoso los ojos se me hacen chiribitas y, acepto, me pongo desquiciada. Si a eso le añadimos que descubro una pluma como lo es la de Erya y agregamos dos cuentos que me gustan, el resultado de LA MALDICIÓN DE LOS REINOS, será una lectura ligera, dinámica y deliciosa.
¿Qué pasa si la sirenita y la bestia se hubiesen conocido? Lo cierto es que la premisa, como tal, me suponía mucha curiosidad y a la vez un tanto de temor. Aclaro, son dos cuentos que me gustan, pero siendo el clásico mismo. No porque no me guste la versión Disney, sino porque las películas que han salido y se han vuelto un emblema, no representan todo lo que cada uno de estos cuentos es en verdad y para mi pierden parte de su encanto. Si a esto le añadimos que actualmente salen muchas versiones de ambos cuentos tomados básicamente de esta compañía, me ponen nerviosa y francamente
encontrarme con esta mezcla almibarada con el encanto Disney.... no sé, me ponía nerviosa, ansiosa pero por sobre todo: curiosa. La gran ventaja de ir a ciegas, es que no sabes que puedes esperar. Lo cierto es que me ha sorprendido para bien la obra. Lo primero que debo decir es que la ambientación del cuento me parece de lo más bello, mágico y alentador. Un mapa de los reinos que están en el mundo que la autora ha creado y que tendrán una relevancia importante. Por otro lado, la el reto al jugar con ambos mundos me ha parecido ambiciosa y logra tensar la cuerda jugando con los sentidos.
Ahora bien, vamos a lo que nos interesa. Lo que más he disfrutado es la forma de dar vida a los protagonistas de esta obra. Para bien, debo decir que me encontré más parecido la sirenita y parte de su mundo mas cerca del cuento original y lo mismo me pasó con la parte de la bestia, generando en mi una gran curiosidad por ver como podían unirse ambos cuentos en una obra que realmente me tocase el corazón.
Sería casi un absurdo hablar de ambos personajes, creo que lo bello de esta obra es descubrir lo que esconde cada uno de ellos, de hecho, cada parte de esta obra esconde mucho, sorpresas a manos
llenas que se ven abriendo para ti, creando un mundo luminoso y mágico mientras vas descubriendo, a la vez, la magia de una pluma que va jugando con el lector hasta tenerlo en donde quiere, enlazando y jugando mundos, creando un mundo que te recordará a tu infancia y a la vez, con la oscuridad suficiente para que recuerdes que estás en el ahora, que la bondad, la maldad, los prejuicios siguen estando presentes en cualquier parte... haciendo de LA MALDICIÓN DE LOS REINOS, una obra humana, casi viva, mientras caes en ese colorin colorado con la certeza que quizá las páginas se abran y te traigan una nueva historia.Erya, para mi ha sido una sorpresa. Francamente no conocía a esta pluma, es ligera, sencilla, amena jugando contigo para llevarte a ese punto donde te quiere sin que te des cuenta ni que resulte forzado, no escatima ni exagera en el toque mágico al sumergirte en sus mundos y tengo claro que seguramente la volveré a leer. ¡Feliz lectura!