Me llamo Candela Ríos. Supongo que a estas alturas del año no hace falta que te expliqué quién soy o por qué estoy recorriendo el país de norte a sur y de este a oeste.
Los chicos del calendario ha llegado a su ecuador y cada vez estoy más cerca de acabar esta aventura. Cada mes he vivido una experiencia única y he conocido a personas maravillosas con las que he aprendido lecciones inolvidables.
En agosto, septiembre y octubre visitaré tres nuevas ciudades para continuar con mi búsqueda de un hombre que valga la pena y me haga cambiar de idea sobre el sexo opuesto. Aunque ¿queréis saber algo? Creo que empiezo a atisbar lo que buscaba…
No tanto al hombre en sí, sino la respuesta. Empiezo a entender que todo es cuestión de perspectiva o del momento vital de atravesamos… Y que la cuestión no es tanto dar con ese ejemplar perfecto y único en su especie, sino encontrar ese chico cuyo momento coincida con el tuyo y haga que este caos que es el día a día sea tan intenso que ya no te importe subirte a la montaña rusa del amor.
Preparaos y no buscad a los guardas que los tengo encerrados después de
fugarme después de tener la adrenalina a tope y uno que otro entripado. Si es que, la verdad hoy... HOY VENGO IMPARABLE y con ganas de azotar a alguien ¡ja!Y es que la lectura que traigo ¡Valgame Dios! Es que me ha puesto... aarrrggggg. Antes de comenzar vamos a aclarar una cosa.
ADVERTENCIA: SI AÚN NO HAS LEIDO LOS ANTERIORES LIBROS DE LOS CHICOS DEL CALENDARIO, SAL HUYENDO EN ESTE PUNTO. No porque haya un spoiller en sí, pero creo que no es justo que leas algo de una serie que está casi en su recta final.
Ahora si, para tod@s aquell@s seguidor@s de la serie solo os puedo decir que... ¡Necesito el siguiente ahora mismo!
Vamos por partes. La trama sigue igual de genial, de hecho la aparición del
Señor Barver en la historia y sus fechorías son lo que sospecho que va a dar una gran vida al final de esta saga que está ganando adeptos a los que nos tienen con el corazón en un puño. Este personaje que no tiene ningún reparo en andar jorobando a Salvador y Candela va a poner las cosas en el asador y nos va a hacer rabiar o a hacer apuestas por ver que nueva fechoría se le ocurre, lo que me encanta aunque me sea odioso, ya que da más juego a la serie.Los chicos del calendario siguen. Agosto es un mes con un chico que me ha conquistado (además de ser bombero). Una gran sorpresa de humanismo que conquista a pesar del pasado que tuvo y que quiere rectificar, pero lo mismo me ha pasado con el chico de septiembre un reconocido repostero que también me ha dejado conquistada, pero es que ... el chico octubre a pesar de que me rompió. el corazón y lo vimos muy poco es que también me ha dejado embobada. Sospecho quién puede ser el ganador del concurso pero no pienso mojarme aún pues quiero saber quienes son los demás jajajajajaja (mis preferidos son febrero, junio y hay dos más pero no creo que tengan oportunidad)
Ahora bien si me centro en Candela... ¡La quiero matar! De verdad a veces me
llega a caer fatal con tanta tontería por su cabeza. Es muy cobarde, y espero de verdad que está vez al final madure lo que le falta, pues exige cosas que no sabe cumplir.Víctor me sigue gustando pero siempre he dicho que no es para Candela, lo siento pero no me gusta para ella, se merece algo más.
En cuanto a Salvador mis sospechas se vieron cumplidas en torno a él ¡Si es que ya lo veía venir! Y si, es un hombre complicado pero a si lo entiendo en muchas cosas aunque no lo justifico.
Ahora bien... ¿me ha gustado el libro? Lo he devorado, sigo siendo adicta a esta obra y me encantaría poder comentar con cualquiera de vosotros lo que llevo atravesado y aun así estaré desesperada por la siguiente entrega, pues sigo adicta a esta serie que está a punto de acabar.
¿Recomendable? Totalmente la trama mejora, los personajes son dignos humanos -contradictorios, burros, confusos y maravillosos-. Para mí ese final solo me ha dejado con los nervios de punta y con ganas de pillar a Candela y exigirle que saque el siguiente YA YA YA. ¡Feliz lectura!