Cuando vives demasiado tiempo rodeado de oscuridad, no esperas que la luz de la luna te ilumine. Cuando ya te has rendido a tus propios demonios, no aceptas que la simple sonrisa de un ángel los venza por ti. Cuando la vida te golpea tan duro que terminas rindiéndote a tu propio pasado, lo último que te imaginas es que alguien te obligue a seguir luchando.
Me llamo Eirian, y viajo junto a una niña que solo busca respuestas y una mujer hermosa pero llena de tristeza, por culpa de un pasado al que se dirige de cabeza. Una mujer que me atrae y me da miedo. Mucho miedo. Porque ella es el motivo de que empiece a sentir de nuevo.
Ella es mi ángel y mi luna. Ninguno estábamos preparados para el otro, pero esta es nuestra historia. La historia de nuestro viaje. El de Álex, el mío. O tal vez solo fue el principio de algo que nunca se terminó. Y es que a veces el destino, con un poco de ayuda, decide que arriesgar es la apuesta ganadora
Antes de comenzar nada, antes de poder soltar todo lo que tengo, debo
pediros perdón por no ser capaz de sacar la parte de locura que siempre habita en este rincón y que os espera con alegría, y no es que me falte de ella, es que tengo tanto dentro, tantas emociones cautivas y aún un nudo en la garganta, que por eso me es imposible dejar que mi locura fluya con facilidad, en cambio, siento aún las lágrimas recorrer su propio camino y la satisfacción de haber encontrado una obra que me ha tocado el alma.
pediros perdón por no ser capaz de sacar la parte de locura que siempre habita en este rincón y que os espera con alegría, y no es que me falte de ella, es que tengo tanto dentro, tantas emociones cautivas y aún un nudo en la garganta, que por eso me es imposible dejar que mi locura fluya con facilidad, en cambio, siento aún las lágrimas recorrer su propio camino y la satisfacción de haber encontrado una obra que me ha tocado el alma.
Pero antes de comenzar, vamos a poner un tema de fondo, algo que nos lleve a ese punto que necesitamos. ¿Me acompañáis?
Porque de eso se trata esta entrada de un viaje sin retorno, de que he quedado cautiva en las páginas de una obra que tiene tanto, que habla de tantas cosas además de presentarnos una bella historia de amor. Me siento profundamente agradecida de haber encontrado en la pluma de Elena Garquin una vez una obra que me deja arrobada y de caer cautivada con LLÉVAME A LA LUNA. Una historia en la carretera, tres desconocidos y un destino estarán unidos y dejarán huella en nuestro corazón, a cada latido que haya mientras te pierdes en sus páginas.
Cuando supe que Elena se embarcaba en algo distinto a su género, ya me tenía ganada, cuando supe su título me quedé embobada, por primera vez decidí leer la sinopsis y supe que esta obra la necesitaba para seguir mi camino. No me equivoque, mis expectativas están tan colmadas que me siento desbordada y temerosa de no volver a encontrar algo que me deje de esta manera: Temblando, sencibilizada, emocionada... enamorada.
Vamos a viajar, seremos compañeros mudos de una obra que habla de evolución, de almas perdidas, de dolores profundos que desgarran las entrañas, de reconstrucción, de crecimiento, de perdón.
Tenemos a dos protagonistas que me dejaron rota y que me ganaron sin poder evitarlo. Una mujer que ha sabido renacer de sus cenizas, que su fuerza radica en el gran amor que siente por su hija, que es capaz de entender los silencios, de no tener un orgullo mal entendido, de amar con fiereza, con pasión, de consolar con una mirada... de revelarse y aprender a vivir. Y por otra parte tenemos a un hombre que vive entre sombras, que el dolor profundo se compara con ese gran corazón que late desgarrado, que sangra por una herida latente, que ama con la fuerza del sol en una tarde de verano (En Sevilla por supuesto). Hablamos de un hombre que está tan roto que solo una mano cuidadosa podría reunir los pedazos rotos. Creo que también merece mención una casi adolescente que me ha roto el corazón. Que ha vivido la decepción en su tierna edad, que sabe lo que es que se rompan las promesas, pero que es capaz de perdonar, de ver el mundo como es sin amargarse.
Como ven, tenemos tres personajes en un viaje de reconocimiento. Cada uno lleva su propio bagaje y solo puedo decir que me he emocionada al ver la evolución de cada uno de ellos. Tres almas necesitadas se encuentran y se ayudan a crecer, a perdonar, a amarse y a amar. Es tan bello LLÉVAME A LA
LUNA que solo os puedo decir que cada una de sus cuatro partes conmueve, que hubo episodios en los que no podía parar de llorar, de reír y de amarlos. Es tanto lo que he sentido, que ahora mismo me siento vacía al haber terminado esta belleza y aún tengo lágrimas en los ojos, conmovida por todo lo que he encontrado en esta obra y creerme, me quedo corta con todo lo que cuento.
Elena Garquin una vez más me ha enamorado, sorprendido y dejado sin palabras, con el corazón abierto y expuesto, simplemente agradecido por haber encontrado esta historia y desesperada por saber que más nos puede traer de este nuevo camino. ¡Feliz lectura!
Porque de eso se trata esta entrada de un viaje sin retorno, de que he quedado cautiva en las páginas de una obra que tiene tanto, que habla de tantas cosas además de presentarnos una bella historia de amor. Me siento profundamente agradecida de haber encontrado en la pluma de Elena Garquin una vez una obra que me deja arrobada y de caer cautivada con LLÉVAME A LA LUNA. Una historia en la carretera, tres desconocidos y un destino estarán unidos y dejarán huella en nuestro corazón, a cada latido que haya mientras te pierdes en sus páginas.

Vamos a viajar, seremos compañeros mudos de una obra que habla de evolución, de almas perdidas, de dolores profundos que desgarran las entrañas, de reconstrucción, de crecimiento, de perdón.
Tenemos a dos protagonistas que me dejaron rota y que me ganaron sin poder evitarlo. Una mujer que ha sabido renacer de sus cenizas, que su fuerza radica en el gran amor que siente por su hija, que es capaz de entender los silencios, de no tener un orgullo mal entendido, de amar con fiereza, con pasión, de consolar con una mirada... de revelarse y aprender a vivir. Y por otra parte tenemos a un hombre que vive entre sombras, que el dolor profundo se compara con ese gran corazón que late desgarrado, que sangra por una herida latente, que ama con la fuerza del sol en una tarde de verano (En Sevilla por supuesto). Hablamos de un hombre que está tan roto que solo una mano cuidadosa podría reunir los pedazos rotos. Creo que también merece mención una casi adolescente que me ha roto el corazón. Que ha vivido la decepción en su tierna edad, que sabe lo que es que se rompan las promesas, pero que es capaz de perdonar, de ver el mundo como es sin amargarse.
Como ven, tenemos tres personajes en un viaje de reconocimiento. Cada uno lleva su propio bagaje y solo puedo decir que me he emocionada al ver la evolución de cada uno de ellos. Tres almas necesitadas se encuentran y se ayudan a crecer, a perdonar, a amarse y a amar. Es tan bello LLÉVAME A LA
LUNA que solo os puedo decir que cada una de sus cuatro partes conmueve, que hubo episodios en los que no podía parar de llorar, de reír y de amarlos. Es tanto lo que he sentido, que ahora mismo me siento vacía al haber terminado esta belleza y aún tengo lágrimas en los ojos, conmovida por todo lo que he encontrado en esta obra y creerme, me quedo corta con todo lo que cuento.
Elena Garquin una vez más me ha enamorado, sorprendido y dejado sin palabras, con el corazón abierto y expuesto, simplemente agradecido por haber encontrado esta historia y desesperada por saber que más nos puede traer de este nuevo camino. ¡Feliz lectura!