Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.
Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

Lo primero que debo decir, es que he caído nuevamente en una lectura,en primer lugar, porque la autora me vuelve loca. Es una pluma que me llega y toca el corazón, así que sabía que me iba a enamorar y podía perdonar ciertas cosas. En segundo lugar porque es parte de la Tertulia Romántica Sevillana y en tercer lugar porque el ENTRE LIBROS Y MÁS hizo una lectura conjunta de esta maravilla y cuando se trata de comentar un libro me apunto sin dudarlo.
Ahora sí, vamos a hablar sin más preámbulos de una bilogía que nos dejó con el corazón tocado en la primera parte, con una pluma que todo lo que toque te va a llegar al alma y, la única culpable porque
mire para el otro lado para no romper del todo mis principios de decir no a las bilogias. Hablamos de TODO LO QUE SOMOS JUNTOSde la bilogia Deja que ocurra.
Si aún no has leído TODO LO QUE NUNCA FUIMOS, para en este momento, a pesar de que no habrá nada de spoilers, lo cierto es que mereces ir totalmente a ciegas para conocer esta belleza, así que te sugiero que corras a por él que te empapes de esta bella historia. Y si la has leído, entonces ven y siéntate a mi lado que tu y yo tenemos que hablar.
Una vez aclarados ciertos puntos voy a comenzar a quejarme primero amargamente y ya luego, ya luego hablaremos de todo lo que me ha dejado. Como bien he dicho, tengo principios y esos son, decir que no a trilogias o bilogias contemporáneas de una misma pareja. ¿porqué razón? porque los patrones se repiten y me parece que se llega a rizar el rizo. ¿Tuve esa sensación con este? Si, se que seguramente estáis juntando madera para quemarme y hacéis bien, seguramente soy minoría al estar peleada con este tipo de series y más tratándose de quien se trata. Pero lo cierto es que prefiero un libro grueso a dos libros en donde mi sensación es... es que podrían haber estado juntos. El resultado, de eso ya hablaremos ahora mismo.
La segunda parte comienza tres años después del primero. Muchas cosas han ocurrido. Leah y Azel han seguido sus vidas a pesar de que ambos llevan las cicatrices de lo que fue y aunque una tiene el
resentimiento aún fresco, el otro por fin ha podido madurar y analizar sus actos, aprendió y maduró.
Hablemos de lo que realmente me he encontrado en esta obra. Lo primero que debo decir es que, si bien el primero es que te rompe de mil maneras por el dolor que tiene Leah y en donde Axel forma parte de una cura necesaria aunque pueda convertirse en un mal a la vez, tenemos que si bien el primero libro habla de sanar todo aquello que estaba roto, este segundo libro redime.
Si bien es cierto que en el primero libro en su gran mayoría termine llorando en más de una ocasión, la sensación del nudo en la garganta no me abandonó en este segundo. Lo que es verdad que he encontrado es que, analizando desde una perspectiva neutra, hay cosas que necesitan su tiempo y hay
un momento para cada cosa. A veces nos adelantamos y es necesario poner una pausa. Hay cosas que se tienen que madurar y es aquí, en esta obra en donde podemos ver el avance de ambos.
Axel, que a mi me gustó en el primer libro a pesar de todo, me ha gustado mucho más en este segundo. Hay pasos que se tienen que dar, fantasmas que se van arrastrando, incluso hay vendas que hay que quitarse para avanzar y que nuestro chico cargaba. En esta segunda parte me conquistó, se que es un personaje complicado (no para mal), su esencia sigue ahí, pero esta vez pisando más fuerte, luchando con uñas y dientes y eso me ha gustado.
Por otro lado agradecí ciertas decisiones que toma Leah. Sigue tan pasional como siempre, sigue sintiendo de esa manera tan maravillosa a pesar de querer contenerse, es una chica que me gustó mucho y de la cual me sentí orgullosa con cada decisión tomada, con lo que al final logra aprender antes de entregarse a la dicha. Creo que no me he sentido más satisfecha con este personaje porque no puedo.
Creo que esta segunda parte, como ya dije. Se trata de redención. De perdón. Hay que mirar hacia atrás y ver lo que ocurre desde otras perspectivas, hay que defender una postura no solo con palabras
sino con hechos y es ahí en donde he terminado conquistada del todo. El elenco que acompaña a nuestra pareja llega a ser un gran apoyo en todos los sentidos, pero, a la vez, es el fiero defensor si va a salir un corazón lastimado. Para mi, los secundarios son entrañables, me fue imposible no entregarme a ellos. Disfrutar de la relación que se fraguó gracias a acontecimientos pasados y la evolución real de nuestros protagonistas para poder tener su propio Submarino Amarillo para siempre, dejando claro que TODO LO QUE SOMOS JUNTOS es un buen final de serie.
Alice Kellen no me sorprende con su maravillosa prosa, si es verdad que me quejo de que haya una bilogia, no podría quejarme de lo que me encuentro, de las emociones que despierta de que esta mujer cautiva y conquista.. simplemente toca el alma ¡Feliz lectura!