Siete años después, Kate Reddy está a punto de cumplir cincuenta años. Sus hijos se han convertido en adolescentes imposibles, su madre está frágil de salud y su marido tiene la crisis de la mediana edad… todo hace que esté desesperada por volver a trabajar tras años dedicada a su familia. Una vez más Kate hace malabares imposibles para intentar que todo funcione como Dios manda.
¿Conseguirá Kate el lugar que le pertenece en el Hedge fund que fundó o se ahogará antes en su nueva y ajustada lencería? ¿Volverá a aparecer una llama extinguida hace tiempo o se quemará su casa hasta los cimientos cuando una ruidosa turbamulta se presente en la fiesta sorpresa de su hija? ¿Cumplirá la amenaza y agarrará la puerta y se irá?"La comedia definitiva sobre la maternidad y el trabajo".
Muy buenos días mis adorad@s Loc@s del Romance. Menos mal que habéis llegado que ya os estaba extrañado y en cualquier momento me podría dar la PH (Pura Histeria) sin vuestra compañía,
que aquí los celadores me tienen disgustada por andar haciéndose los sordos cuando pido que comentemos mis últimas lecturas.
Y es que el día de hoy os traigo una obra que ya desde el título, que seguramente lo hemos escuchado o dicho en algún momento, dice mucho. Una obra llena de realismo, ironía, sentido del humor y un toque feminista en una visión global del mundo de la mujer mas allá de los cuarenta y muchos años, tocando los cincuenta y solo puedo decir UN DÍA AGARRO LA PUERTA Y ME VOY junto a su autora Allison Pearson me ha dejado sin palabras.
Ser mujer no es fácil, desde muy jóvenes debemos de aprender a lidiar con un cuerpo que a veces resulta traicionero cuando se trata de las hormonas, una vez que nos comenzamos a entender con ellas, vienen nuevos cambios en una sucesión de tiempo, nos vemos en una vorágine hormonal que nos puede volver locas. La cuestión es que también ser mujer significa bregar con la presión social
que se va descargando poco a poco o de golpe en nuestra vida. Ser mujer, no es fácil, y con esto no quiero entrar en una guerra contra los hombres, simplemente, el ser mujer tiene a ser una carrera en la cual tenemos que jugar a ser muchos papeles a la vez sin buscar el merito, pues nos sentimos obligadas de alguna forma a cumplirlos.
Kate, nuestra protagonista es el claro ejemplo de lo que os cuento, su visión de madre de adolescentes en donde sus hijos viven de las redes sociales o un mundo interactivo metido en una pantalla, la hacen ser consiente del difícil papel de madre si quiere mantener a salvo a sus hijos de lo que hay más allá de ese mundo, o más bien, de lo que se puede filtrar en las tranquilas vidas dentro de un castillo blindado de protección materna. Kate también es esposa, una esposa que se ve luchando por mantener en calma el mundo de sus suegros y a la vez el de su madre, mientras hace todo por comprender y aceptar las decisión de los nuevos ajustes que su marido va creando en torno a su persona, olvidando lo que es un equipo.
La visión de esta mujer me ha dejado maravillada, podría contaros mucho más de lo que ya he dejado y creo que es mucho, pero me ha maravillado el reflejo de lo que es vivir una madurez física mientras te sientes aún lista para seguir en el mundo laboral, aunque para las empresas seas un fósil que no puede aportar nada. Kate es brutal, incisiva, aguda, irónica en sus observaciones de esta nuevo mundo en el que se ve sumergida. Un nuevo empleo, hijos con sus propios problemas, menopausia... y un sin fin de cosas más, nos muestran con gran sentido del humor que ser mujer a cierta edad no es fácil aunque tampoco imposible, pues el punto optimista nunca se pierda, recordando que la fuerza viene incluso de la más grande debilidad o lo que se piensa que lo es. UN DÍA AGARRO LA PUERTA Y ME VOY, es agudo, es delicioso y aquí debo decir una cosa. Admito que cuando inicié este libro me costó trabajo seguirle el ritmo, pero se que estaba en un mal momento para poder darle la oportunidad y me alegro de haberlo aparcado, lo retomé e inicié desde cero, y ahí donde me sentía perdida de pronto me partía de risa, lloraba y me sentía en compañía de una amiga que reflejaba una vida en la que he visto en algún momento me hizo ver a mi madre como si fuese un alien, sin comprender todo lo que significa ser mujer, madre y el eje motor de nuestras vidas. Ahora lo comprendo y solo puedo decir que esta belleza es sin duda una obra que vale la pena de principio a fin.
Allison Pearson me ha sorprendido, es aguda, incisiva, irónica, realista y optimista, me ha encantado leerla y espero poder volver a darle la oportunidad con cualquier obra suya que seguro me cautiva. ¡Feliz lectura!
Muy buenos días mis adorad@s Loc@s del Romance. Menos mal que habéis llegado que ya os estaba extrañado y en cualquier momento me podría dar la PH (Pura Histeria) sin vuestra compañía,
que aquí los celadores me tienen disgustada por andar haciéndose los sordos cuando pido que comentemos mis últimas lecturas.
Y es que el día de hoy os traigo una obra que ya desde el título, que seguramente lo hemos escuchado o dicho en algún momento, dice mucho. Una obra llena de realismo, ironía, sentido del humor y un toque feminista en una visión global del mundo de la mujer mas allá de los cuarenta y muchos años, tocando los cincuenta y solo puedo decir UN DÍA AGARRO LA PUERTA Y ME VOY junto a su autora Allison Pearson me ha dejado sin palabras.
Ser mujer no es fácil, desde muy jóvenes debemos de aprender a lidiar con un cuerpo que a veces resulta traicionero cuando se trata de las hormonas, una vez que nos comenzamos a entender con ellas, vienen nuevos cambios en una sucesión de tiempo, nos vemos en una vorágine hormonal que nos puede volver locas. La cuestión es que también ser mujer significa bregar con la presión social
que se va descargando poco a poco o de golpe en nuestra vida. Ser mujer, no es fácil, y con esto no quiero entrar en una guerra contra los hombres, simplemente, el ser mujer tiene a ser una carrera en la cual tenemos que jugar a ser muchos papeles a la vez sin buscar el merito, pues nos sentimos obligadas de alguna forma a cumplirlos.
Kate, nuestra protagonista es el claro ejemplo de lo que os cuento, su visión de madre de adolescentes en donde sus hijos viven de las redes sociales o un mundo interactivo metido en una pantalla, la hacen ser consiente del difícil papel de madre si quiere mantener a salvo a sus hijos de lo que hay más allá de ese mundo, o más bien, de lo que se puede filtrar en las tranquilas vidas dentro de un castillo blindado de protección materna. Kate también es esposa, una esposa que se ve luchando por mantener en calma el mundo de sus suegros y a la vez el de su madre, mientras hace todo por comprender y aceptar las decisión de los nuevos ajustes que su marido va creando en torno a su persona, olvidando lo que es un equipo.

Allison Pearson me ha sorprendido, es aguda, incisiva, irónica, realista y optimista, me ha encantado leerla y espero poder volver a darle la oportunidad con cualquier obra suya que seguro me cautiva. ¡Feliz lectura!